"Con el agua puerca hasta el cuello"

¡Aassh!.. va a llover, ¡maldita lluvia!...expresiones típicas de un habitante de la Ciudad de México y las zonas conurbadas (las ciudades dormitorio) y muy seguramente de Monterrey y otras localidades.
¡Qué extraño contraste!... cuando en el campo dan gracias a Dios porque se logran las cosechas. Y lo más imberosímil es que lo que ha pasado y sigue ocurriendo en nuestras ciudades ni siquiera es por la lluvia... sinó por nuestra estúpida forma de vivir.

Inundaciones por crecidas de los ríos. ¿Y a quién culpan?... a la lluvia. ¡Qué va! otra tontería. ¿Quién se le ocurre asentarse y fincar en los márgenes de los ríos? ¿quién se le ocurre urbanizar encima de un valle como el de México, donde antes era uno de los mayores centros lacustres de Norteamérica? La Madre Naturaleza hace lo que tiene que hacer y nosotros los seres humanos somos como adolescentes rebeldes que solo sabemos berrear y hacer nuestra santa voluntad muy a pesar de toda lógica y razón.

El tráfico caótico que se genera cuando llueve es bien conocido por todos y cada temporada es la misma historia... damnificados, avenidas obstruídas, más de 2 horas para llegar al trabajo, agua puerca hasta las rodillas, autos que se abandonan en un viaducto, alcantarillas taponeadas y ... y... ¡eso!, justamente eso es lo que nos ha puesto "con el agua puerca hasta el cuello".

Ver en televisión que si 12 mil, 30 mil...100 mil damnificados, decenas de muertos ¡uff!...¿saben qué?. Es la sopa de nuestro propio chocolate. No es una venganza de la naturaleza ni nada por el estilo, ni tampoco un regaño de Dios. Sencillamente en el pecado llevamos la penitencia.

Y con lo duro que suene o se interprete, expresaré lo que pienso. Y me cuestiono: ¿qué pasará por la mente de alguna persona que sufrió los estragos de una tragedia como la de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas?, ¿estará hechándole la culpa al gobierno?, ¿maldecirá a Dios y renegará de su suerte?... me pregunto más aún, ¿le pasará por la mente aquellos momentos donde no le dió importancia tirar el envoltorio del chicle al suelo mientras caminaba? o ¿aquel bote de agua que lanzó a un cesto de basura y que al no atinarle calló al suelo y le entró desgano de levantarlo?... la verdad... sinceramente creo que no. Estamos demasiado ciegos y absortos en nuestro mundo de burbuja para pensar que de alguna manera uno mismo ha tenido que ver en las consecuencias que estamos padeciendo. ¡Qué va! estoy diciendo puras estupideces... ¿¡Qué rayos tiene que ver mi poco interés en tener limpio mi cuarto, mi casa, mi pedazo de banqueta, mi calle, mi barrio... mi estado... mi país?!

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