Ave Fénix

¿Cómo aprendemos?, ¿cómo crecemos?...al error, gracias al error. ¿Será?, hay quienes me dirían, hay personas que aprnden sin cometer fallas...entonces pensaría: bueno, si no cometés errores, está bien, sabés que el éxito que lograste es gracias a tu inteligencia de saber preveer...ver más allá de tus narices...¿pero realmente lo asimilamos?, ¿lo aprendemos?, hablando de aprehensión...tomar, hacer nuestro algo...lo dudo. Pienso, que para crecer como personas, como seres evolucionados de forma emocional, intelectual y espiritual, debemos experimentar en cierto grado, una especie de pruebas de fuego...sentir el infierno...experimentar el dolor...no como una especie de flagelación, pero si creo que aceptando los problemas como se presentan y dándoles la cara, vivir la experiencia que da la vida al resolver los problemas...nuestros propios infiernos...y convertirlos en paraísos. Somos lo que aprendemos, lo que conocemos y gracias a los errores evolucionamos...¿cómo saber lo que quiero?...conociendo lo que no me agrada y definiendo lo que no quiero. ¿Cómo saber qué es lo bueno para mí?...¿no es acaso conociendo lo malo?. El ser humano es entonces un Ave Fénix. Trascendemos cuando de nuestro fracaso nos levantamos y logramos sin lugar a dudas el éxito. En el proceso, vamos comprendiendo, por así decirlo...nos vamos purificando. El fuego es nuestro pesar, nuestra angustia...nuestra incertidumbre, pero al final todo se consume y quedan cenizas...mismas que destruyen lo malo y entonces cuando estamos con nuestros propios restos, vemos la destrucción de nuestros actos y pensamientos equívocos...es aquí, cuando tomamos conciencia, porque vemos toda la verdad y despertamos...cuando nos convencemos de que la luz...la verdad...se encuentra al lado opuesto de nuestro anterior pensar...RENACEMOS...somos otra persona, puesto que ya no pensamos igual, existe otra oportunidad y obtenemos una recompensa: Vivir. Porque antes de eso moríamos...y lo hacemos todo el tiempo, cada vez que superamos nuestros defectos, cada vez que nos enfrentamos a los problemas...hacemos el ciclo del fénix. Así pues, deberíamos preguntarnos:¿qué hay de relevante en sufrir?...no hay que huir, hay que aceptar el sufrimiento...para hacerle frente y trasender...aprendemos a vivir.

Comentarios